(L)

jueves, 13 de enero de 2011

Nadie sabe entender que quiero amanecer porque amaneces,
que quiero anochecer porque anocheces,
que quiero sonreír porque sonríes,
que entre tus brazos soy un alma libre,
que tus palabras son mi religión,
mi luz tu voz, mi aire tu olor,
que la luna está ocupada por aquel letrero en alza
que subiste con tus labios
para que siempre al mirarla supiera que piensas en mi.
Nadie sabe entender que quiero darte cada segundo,
que quiero crear contigo un mundo
en el que nadie nos impida, nos aleje o nos prohíba,
en el que nadie juzgue lo que merece la pena o no por alguno de los dos,
en el que el tiempo no decida que te vayas o me vaya,
en el que sepas que cada trozo de mi vida,
cada gesto, cada risa es para ti.
Me pierdo al escribir... y es que te necesito tanto.